La petrolera estatal brasileña Petrobras dijo este lunes que decidió detener las ventas de algunos activos clave tras concluir una amplia revisión de los procesos de desinversión.
Sin embargo, después de que el presidente Lula asumió el cargo en enero, algunos de esos procesos se detuvieron y se espera que se cancelen.
La decisión supuso un duro golpe para las empresas energéticas brasileñas más pequeñas que el año pasado habían hecho una oferta conjunta de 1,400 millones de dólares por Bahía-Terra para pasar a una fase de negociación.
Petrobras dijo que la posibilidad de mantener otros activos en su cartera sería reevaluada en función de la actualización de los objetivos de rentabilidad y de las oportunidades de descarbonización, dejando la puerta abierta a posibles nuevas desinversiones en el futuro.
La estatal añadió que seguirá adelante con la venta de sus participaciones en las centrales termoeléctricas.
Con información de: El economista | Noticia original aquí