La inflación subyacente de Japón se mantuvo estable en agosto y permaneció por encima del objetivo del 2% del banco central por decimoséptimo mes consecutivo, mostraron datos el viernes (tiempo local), una señal de la ampliación de la presión sobre los precios que podría aumentar los argumentos a favor de una salida de la política monetaria ultraexpansiva.
Los datos llegan horas antes de que el Banco de Japón (BOJ) concluya su reunión de política monetaria de dos días que comenzó el jueves.
Aunque se espera que el Banco de Japón mantenga sin cambios la política monetaria ultraexpansiva, los mercados se centran en cualquier indicio del gobernador Kazuo Ueda sobre la rapidez con la que podría retirar gradualmente los estímulos.
El índice subyacente de precios al consumidor (IPC), que excluye los volátiles alimentos frescos, pero incluye el costo de los carburantes, aumentó un 3.1% en agosto respecto al año anterior, según datos del Gobierno, frente a la previsión promedio del mercado de un incremento del 3.0%. En julio, el aumento fue del 3.1%.
El índice que elimina el efecto de la volatilidad de los precios de los alimentos frescos y el combustible subió un 4,3% en agosto respecto al año anterior, tras el mismo ritmo de aumento interanual de julio.
Los mercados especulan con la posibilidad de que el Banco de Japón ponga fin pronto a las tasas de interés negativas a corto plazo y fije un tope del 0% para el rendimiento de los bonos a 10 años, en respuesta a la creciente presión inflacionaria
Con información de: El Economista. || Nota original aquí.
