Al menos cinco años tomará a la economía recoger el impacto de la relocalización de procesos productivos en México a través de flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) estimó el economista jefe para México y Centroamérica de J.P. Morgan, Gabriel Lozano.
Entrevistado por El Economista, resaltó que en J.P.Morgan son cautelosamente optimistas sobre el nearshoring hacia México.
El incremento observado hasta ahora en el flujo de inversiones puede ser resultado del Acuerdo Comercial renovado con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), pues está llegando al sector automotriz y al competitivo corredor NAFTA (siglas en inglés del Tratado de Libre Comercio de América del Norte) que conecta a los tres socios con una infraestructura portuaria y ferroviaria desde Mazatlán hasta Winnipeg, en Canadá, en el marco del acuerdo comercial.
La inversión física logró un crecimiento de 17.9% anual en el primer semestre del año, que se convirtió en el incremento más pronunciado para los primeros seis meses desde 1993. Al desagregar la información del Inegi se puede ver que la inversión privada arrojó un incremento de 18.1% también entre enero y junio, que también es un desempeño no visto desde 1998.
Lo que está pasando ahora, se parece mucho a los beneficios por los acuerdos comerciales, señaló Lozano
El NAFTA fue firmado en 1994 y tuvo su primer impacto fuerte 10 años después de arrancar. Su modernización al llamado T-MEC se firmó en el 2020; seguramente estamos viendo ya el efecto en la economía, argumentó.
Reconoció que el aumento en la demanda de las naves industriales en el norte del país, podría indicar un cambio estructural cíclico asociado al acuerdo comercial; por tanto, podría no ser suficiente para declarar a México como beneficiario del nearshoring.
Con información de: El Economista. || Nota original aquí.