Funcionarios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) han señalado que podrían transcurrir al menos cinco años antes de que se observe una integración significativa de las trabajadoras del hogar en el ámbito formal.
Desde mayo de 2023, se estableció como obligatoria la inscripción de las trabajadoras del hogar remuneradas en el IMSS para acceder a prestaciones sociales, como servicios de salud.
A los nueve meses de implementarse esta medida, el número de trabajadoras del hogar registradas en el Seguro Social alcanzaba las 64,639; sin embargo, según datos del Inegi, existen 2.3 millones de trabajadoras en este sector, lo que significa que solo el 2.8% del total está formalizado.
Eduardo Alcaraz Prous, coordinador de planeación y evaluación en la dirección de incorporación y recaudación del IMSS, señaló que en otros países, como Uruguay, se observó un incremento notable en la afiliación hasta cinco años después de hacerse obligatoria.
«Existe un período de transición en el que se necesita concienciación, y eso lleva su tiempo», declaró durante el «6o. Congreso Nacional de Reformas y Cumplimiento 2024», organizado por Thomson Reuters.
Norma Gabriela López, directora de incorporación y recaudación del IMSS, coincidió en que la afiliación de las trabajadoras del hogar requerirá tiempo «debido a un cambio cultural asociado a la comprensión de que es una obligación y a la concienciación sobre este tema».
Desde 2018, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) estableció en una sentencia que la afiliación de las trabajadoras del hogar al Seguro Social era obligatoria, revocando su carácter voluntario. Esta sentencia ordenó al IMSS implementar un programa piloto para la afiliación, el cual se extendió por más de cuatro años.
Finalmente, en octubre de 2022, el Congreso de la Unión reformó la Ley del Seguro Social para hacer obligatoria la afiliación al IMSS, estableciendo un plazo de 180 días para que los cambios entraran en vigor, lo cual se cumplió en mayo pasado.
López mencionó que, aunque han pasado más de cinco años desde la sentencia de la Corte, el progreso en la afiliación va «bien», considerando que apenas desde mayo pasado se hizo obligatoria.
El salario base de cotización de las trabajadoras afiliadas al Seguro hasta enero de 2024 es de 311.80 pesos diarios, un 45% por debajo del salario base de todos los trabajadores que cotizan en el IMSS (573.4 pesos al día).
La funcionaria destacó que han identificado patrones con altos ingresos y empresas que, en lugar de afiliar a sus trabajadoras al programa del IMSS, las registran en sus propias compañías, lo que infla las cifras de afiliación.
Para abordar esta situación, se está considerando permitir a estos empleadores registrar a las trabajadoras en sus empresas, pero indicando que desempeñan labores domésticas para obtener cifras más precisas.
Aunque no se prevén sanciones para los patrones que no afilien a sus trabajadoras del hogar, el IMSS puede establecer un capital constitutivo, que es un crédito fiscal.
López ejemplificó con el caso de una trabajadora no registrada en el Seguro Social que se lesionó durante su labor. El instituto tuvo que brindarle atención médica fuera del esquema de aseguramiento, y posteriormente cobró al empleador 750,000 pesos, lo que resultó ser más costoso que pagar las cuotas mensuales regularmente.
Con información de El Economista | Nota original