El sector servicios en Estados Unidos mostró una leve desaceleración en octubre, con el Índice de Gestores de Compras (PMI) bajando a 55 puntos desde los 55.2 de septiembre. Sin embargo, el índice sigue indicando expansión por 21 meses consecutivos, respaldado por una fuerte demanda interna. Según S&P Global, la actividad empresarial continúa su avance, impulsada por un alza en los nuevos pedidos que lleva seis meses en positivo, aunque con una demanda externa que se mantiene débil.
A pesar de esta tendencia de crecimiento, el estudio revela que las empresas estadounidenses han reducido ligeramente sus niveles de empleo, afectadas por la incertidumbre respecto a la demanda futura. Sin embargo, la confianza empresarial ha repuntado a niveles máximos desde junio, impulsada por la expectativa de un aumento en el consumo tras las elecciones presidenciales y por los efectos de la reciente reducción de tipos de interés.
En cuanto a los precios, las empresas de servicios han incrementado sus tarifas al público al ritmo más bajo en cuatro años y medio, con un marcado descenso en el coste de los insumos. Chris Williamson, economista jefe de S&P Market Intelligence, señala que este crecimiento moderado del PMI es coherente con un avance anual del PIB del 2%, aunque advierte que las contrataciones seguirán pausadas hasta que el ambiente político sea más estable.