Pemex se prepara para una profunda reestructuración bajo la dirección de Claudia Sheinbaum. La nueva estrategia implica eliminar subsidiarias y unificar sus operaciones en una sola entidad que facilitará la fiscalización y reducirá costos.
Este cambio también establece que Pemex pagará un solo impuesto consolidado, el «Derecho Petrolero para el Bienestar». Esto simplificará el esquema fiscal y permitirá que el Estado reciba el 30% de las ganancias en petróleo y 11.63% en gas natural.
Con esta medida, la petrolera reducirá gastos redundantes, ahorrando hasta 50,000 millones de pesos. Se ha prometido mantener los derechos laborales de los empleados, respetando el programa de basificación de trabajadores.
Asimismo, Pemex buscará alianzas estratégicas en proyectos clave como Zama y Trión, con participación de privados bajo esquemas mayoritarios para el sector público.
Este nuevo enfoque permitirá fortalecer la presencia de Pemex en el sector energético, enfocándose en eficiencia y sostenibilidad a largo plazo.