El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó que las ventas minoristas en México apenas crecieron un 0.1% en septiembre, lo que refleja un estancamiento en el consumo interno. Este resultado contrasta con los aumentos observados en meses anteriores, marcando un posible enfriamiento de la actividad comercial.
Entre los factores que influyen en esta desaceleración se encuentran el impacto de la inflación y el menor poder adquisitivo de las familias, lo que limita su capacidad de gasto. A pesar de este panorama, algunos sectores como tecnología y alimentos mostraron un desempeño ligeramente mejor, mitigando en parte el estancamiento general.
Los especialistas señalan que este comportamiento destaca la necesidad de estrategias para fortalecer el ingreso de los hogares y reactivar el mercado interno. De no atenderse, advierten que el consumo podría mantener esta tendencia plana en el corto plazo, afectando el crecimiento económico general del país.