La estabilidad del sistema financiero global depende de las instituciones conocidas como «bancos de importancia sistémica global» (G-SIB, por sus siglas en inglés), cuyo impacto en la economía es crítico. Este año, la lista elaborada por el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) y el Comité de Basilea incluye nuevamente 29 entidades financieras, destacando a JPMorgan como el banco más relevante del mundo en términos de riesgos y estabilidad.
Estos bancos son evaluados anualmente con base en su tamaño, interconexiones, nivel de actividades internacionales y complejidad operativa. La clasificación de importancia se utiliza para determinar requerimientos adicionales de capital y supervisión más estricta, con el objetivo de reducir el riesgo de futuras crisis financieras globales.
El grupo sigue compuesto mayoritariamente por bancos estadounidenses, europeos y asiáticos, entre los que se encuentran Bank of America, Citigroup y HSBC. No obstante, la resistencia y adaptación de estas instituciones a nuevas normativas y riesgos ha mejorado, lo que fortalece la confianza en la capacidad del sistema financiero para afrontar desafíos económicos globales.
Una novedad este año es la reafirmación de que no se han añadido ni eliminado bancos en la lista, lo que refleja una estabilidad en las instituciones consideradas clave. Sin embargo, cada una sigue siendo monitoreada de cerca, ya que su papel es fundamental para la estructura económica y financiera mundial.
En un contexto de incertidumbre económica, reguladores y bancos continúan trabajando para mantener un equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento. Las medidas reforzadas para los bancos sistémicos buscan evitar un impacto masivo en caso de fallos operativos, reforzando su papel como pilares del sistema financiero.
