La economía mexicana enfrenta un panorama desafiante en el inicio de 2025, según los últimos reportes del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF). De acuerdo con sus indicadores adelantados, la actividad económica del país mantiene una tendencia de estancamiento, lo que podría derivar en una contracción en los próximos meses.
Los datos más recientes de los indicadores IMEF Manufacturero y No Manufacturero correspondientes a febrero refuerzan la idea de una economía sin crecimiento significativo. Aunque ambos indicadores mostraron ligeros aumentos en comparación con enero, sus niveles se mantienen por debajo del umbral de 50 puntos, lo que indica que no hay expansión en la actividad económica.
El IMEF Manufacturero, que mide el desempeño del sector industrial, registró un incremento de 1.0 punto, ubicándose en 47.0 unidades, marcando su onceavo mes consecutivo en zona de contracción. Por su parte, el Indicador No Manufacturero, que refleja la evolución del sector servicios y comercio, apenas avanzó 0.3 puntos, alcanzando los 49.5 puntos, lo que también señala una falta de crecimiento en estos sectores clave de la economía.
Este debilitamiento económico se da en un contexto de desaceleración que ya se observó en 2024, cuando el crecimiento del PIB pasó del 3% anual registrado entre 2021 y 2023 a solo 1.2% el año pasado. Según el IMEF, este menor ritmo de expansión fue resultado de una ralentización en el consumo, una caída en la inversión y un desempeño menos dinámico de las exportaciones, en particular en el sector manufacturero, que ha resentido la atonía de la economía estadounidense.
Otro factor que ha contribuido a la menor actividad económica es el impacto del ciclo electoral. Tradicionalmente, los años de elecciones presidenciales en México tienden a generar incertidumbre en los mercados, lo que afecta la inversión y la confianza empresarial. Esta tendencia se ha reflejado en un menor flujo de capital hacia proyectos productivos desde la segunda mitad de 2024.
A pesar de este escenario de desaceleración, la inflación ha mostrado signos de estabilidad. En 2024, la inflación general pasó del 4.7% en diciembre de 2023 al 4.2% al cierre del año, mientras que la inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles, disminuyó de 5.1% a 3.7%. Sin embargo, la incertidumbre sobre el crecimiento económico y los efectos de las políticas monetarias podrían generar nuevas presiones inflacionarias en los próximos meses.
Con estos datos, el IMEF advierte que la economía mexicana sigue enfrentando desafíos importantes y que los primeros meses de 2025 no han mostrado señales claras de recuperación. La evolución de la inversión, el consumo y el comercio exterior serán clave para definir el rumbo económico del país en el corto plazo.
Este artículo ha sido elaborado a partir de información publicada en [El ECONOMISTA]. Para leer la nota original, visita: La economía mexicana se perfila a una contracción: IMEF
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