El gigante financiero BlackRock, a través de un consorcio internacional, ha adquirido una participación mayoritaria en los puertos panameños de Balboa y Cristóbal, que anteriormente eran propiedad de CK Hutchison Holdings, una compañía con sede en Hong Kong. Esta transacción se enmarca en los esfuerzos de Estados Unidos por reducir la presencia china en infraestructuras estratégicas de América Latina.
Balboa y Cristóbal son dos de los principales puertos que conectan el comercio internacional a través del Canal de Panamá, una vía clave por donde circulan anualmente alrededor de 10,000 buques y 600 millones de toneladas de carga. La administración Trump había manifestado en repetidas ocasiones su preocupación por la creciente presencia de China en América Latina, impulsando iniciativas para contrarrestarla.
Fuentes cercanas a la operación señalan que la presión de Washington jugó un papel crucial en la decisión de CK Hutchison Holdings de vender estos activos. La adquisición por parte de BlackRock es vista como una estrategia para reforzar el control estadounidense sobre infraestructuras críticas en la región y garantizar que la gestión de estos puertos esté alineada con los intereses de seguridad de EE.UU.
La transacción también forma parte de un patrón más amplio de adquisiciones de activos estratégicos por parte de fondos estadounidenses en América Latina, en respuesta al avance de empresas chinas en sectores clave como la energía, la logística y las telecomunicaciones.
Si bien BlackRock ha evitado hacer declaraciones políticas sobre la compra, la empresa ha destacado que esta inversión fortalecerá su portafolio de infraestructura y contribuirá al desarrollo del comercio global. No obstante, la operación ha generado inquietudes en algunos sectores de Panamá sobre la soberanía y el impacto en las relaciones comerciales del país con China.
Este artículo ha sido elaborado a partir de información publicada en Financial Times. Para leer la nota original, visita: https://www.ft.com.
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