En el año 2023, las exportaciones mexicanas alcanzaron un hito al totalizar 593 mil 12 millones de dólares, siendo impulsadas principalmente por las ventas al exterior de la industria automotriz.
Según los registros del INEGI, las exportaciones automotrices alcanzaron un monto sin precedentes de 188 mil 903 millones de dólares, representando el 32% del total. A pesar de este logro en el sector automotriz, el crecimiento general de los envíos de mercancías se desaceleró, registrando un aumento del 2.6% en 2023, muy por debajo del 16.7% del año anterior y marcando su peor desempeño desde 2020. No obstante, las exportaciones automotrices continuaron mostrando un crecimiento anual del 14.3%, manteniendo así tres años consecutivos de alzas a doble dígito.
Las exportaciones totales de la manufactura crecieron un 4.0%, mientras que aquellas fuera del sector automotriz experimentaron una disminución del 0.9% anual. En contraste, las exportaciones petroleras sufrieron una caída significativa del 14.8%. Banorte señaló que, en el futuro, los factores clave que determinarán las exportaciones estarán relacionados con el precio de los energéticos y la evolución de la producción industrial en Estados Unidos. La institución financiera indicó que, según sus proyecciones para el 2024, se espera una moderación en la actividad estadounidense, aunque el consumo podría mostrar cierta resistencia.
Víctor Gómez Ayala, director de analítica de datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), destacó que las exportaciones manufacturadas no automotrices sufrieron una disminución del 4.9% anual en diciembre pasado. Aunque la economía en general en ese país muestra un buen desempeño, señaló que el sector manufacturero, siendo un indicador clave de los ciclos económicos, está mostrando signos de agotamiento. Humberto Calzada, economista en jefe de Rankia Latinoamérica, añadió que el menor dinamismo en la manufactura no automotriz puede ser un indicativo de agotamiento no solo en México, sino a nivel mundial. Sin embargo, resaltó que los proyectos de relocalización pueden actuar como un catalizador para fortalecer el sector manufacturero y convertirse en el motor de la economía, especialmente con la implementación del nearshoring.
Con información de El Financiero | Nota original