El presidente de Argentina, Javier Milei, afirmó que el concepto de superávit fiscal, aunque pueda parecer una definición técnica lejana a la vida cotidiana de los argentinos, es en realidad el punto de partida fundamental para poner fin de una vez por todas a la inflación descontrolada.
El Gobierno argentino anunció que ha alcanzado un superávit financiero por tercer mes consecutivo, una situación que no se veía desde el año 2008. Durante el primer trimestre de 2024, el superávit primario fue del 0.6% del PIB, y después de descontar los intereses de la deuda, las cuentas públicas registraron un superávit financiero del 0.2% del PIB.
Estos datos fueron revelados por el Ministerio de Economía, dirigido por Luis Caputo, tras la conclusión de un discurso presidencial en cadena nacional por parte de Javier Milei, donde se anunciaron estos resultados.
Además, desde el Palacio de Hacienda se adelantó que incluso se ha superado la meta fiscal acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para el primer trimestre.
La explicación de estos resultados radica en el mayor recorte del gasto público en 30 años, con una caída interanual real del 35%. A su vez, la recaudación ha disminuido un 5.1% en términos reales durante el mismo período, teniendo en cuenta que la inflación interanual fue del 288%.
En marzo, el Sector Público Nacional (SPN) logró un superávit financiero de $276,638 millones, gracias a un superávit primario de $625,034 millones y a los intereses de la deuda pública netos de pagos intra-sector público, que alcanzaron los $348,396 millones.
Durante el mes, los ingresos totales del SPN ascendieron a $6,121,629 millones (+254.5% interanual), con una variación real negativa del 8.6%. En cuanto a la recaudación tributaria, esta presentó un crecimiento de +254.5% interanual, explicado principalmente por el comportamiento del comercio exterior y del impuesto País, el cual registró el mayor aumento.
Por otro lado, los gastos primarios del Sector Público Nacional en marzo alcanzaron los $5,496,595 millones (+177%), con una caída real del 28.6% interanual.
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) señaló que durante el primer trimestre del año, los ingresos totales cayeron un 4.5% en términos reales, mientras que el gasto primario descendió un 35% interanual real, marcando «la mayor variación interanual real de los últimos 30 años para un trimestre».
Como resultado, el superávit primario ascendió a $3,868,000 millones, equivalente al 0.6% del PIB, y el superávit financiero a $1,133,000 millones, equivalente al 0.2% del PIB.
Durante los primeros tres meses del año, 15 de los 16 componentes del gasto registraron descensos en términos reales, siendo la única excepción las asignaciones universales para la protección social (10.6%). Los gastos que más disminuyeron fueron las transferencias de capital a provincias (-98.4%), la inversión real directa (-82.5%) y las transferencias corrientes a provincias (-76.3%). Aunque las jubilaciones no fueron el gasto que más cayó en términos porcentuales, su impacto en el presupuesto las convirtió en el principal factor explicativo de la vuelta al superávit.
Con información de El Economista | Nota original