Tras revisar el cierre de las cuentas del sector público de Chile en 2023, la agencia calificadora de riesgo Moody’s ha señalado que el principal desafío para el país en términos fiscales proviene del lado de los ingresos.
William Foster, vicepresidente senior de la entidad, destacó que las dificultades recientes para lograr consensos en el Congreso sobre asuntos tributarios están obstaculizando la aprobación de una reforma fiscal integral que pueda compensar el aumento del gasto.
La agencia estima que el déficit fiscal de Chile se reducirá al 1.6% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2025. Según el Informe de Finanzas Públicas (IFP) de la Dirección de Presupuestos del último trimestre del año pasado, se prevé un saldo negativo del 1.2% del PIB para ese año, compatible con un déficit estructural del 1.1%, el cual se espera que disminuya en los años siguientes hasta llegar a un -0.5% por ciento.
La Dirección de Presupuestos (Dipres) mencionó en su informe que ajustando los ingresos asociados al litio de Corfo por los contratos de explotación con SQM y Albemarle, se está cumpliendo con la senda de convergencia. En 2023, se logró un Balance Estructural del -2.6% del PIB, proyectándose una disminución al -1.9% del PIB este año, conforme a la meta establecida en el Decreto de Política Fiscal.
Foster señaló que el Gobierno continuará centrándose en reducir el déficit fiscal mientras busca mantener el gasto social. Los números finales de las cuentas fiscales de Chile en 2023 estuvieron en línea con las previsiones de la agencia. Se esperaba un déficit fiscal efectivo del 2.2% del PIB, en comparación con el resultado final del 2.4%, y un ratio de deuda/PIB del 39.2%, que contrasta con el 39.8% del PIB. Para este año, desde el Ministerio de Hacienda se espera un déficit efectivo equivalente al 1.9% del PIB.
Con información de El Economista | Nota original