La estrategia del Servicio de Administración Tributaria (SAT) para incrementar la recaudación tributaria de las grandes empresas en México ha resultado ser notablemente efectiva. En 2023, se registró un crecimiento del 11.7% en términos reales en la recaudación de este sector, sumando un total de 1.89 billones de pesos. Este logro es significativo, especialmente considerando que el SAT ve aún un considerable margen para seguir fiscalizando a los grandes contribuyentes, definidos como aquellas empresas con ingresos anuales superiores a 1,250 millones de pesos.
La administración actual ha marcado un cambio sustancial en la política de fiscalización, evidenciado por el aumento en el pago de impuestos por parte de grandes empresas. Este incremento en la recaudación se atribuye en parte a la mejora en la capacidad del SAT para identificar a los contribuyentes que no cumplen con sus obligaciones fiscales, así como a la eliminación de cualquier tipo de condonación o beneficio fiscal, lo que ha incentivado el cumplimiento voluntario de las obligaciones tributarias.
El SAT ha destacado que la recaudación por auditorías a grandes contribuyentes durante el actual gobierno ha superado significativamente lo obtenido en el sexenio anterior, con un crecimiento real del 57%. Esto demuestra el compromiso del gobierno de Andrés Manuel López Obrador de terminar con los arreglos entre el fisco y los grandes contribuyentes, promoviendo así una mayor equidad fiscal.
Empresas de renombre como Walmart de México y Centroamérica (Walmex) y Fomento Económico Mexicano (FEMSA) han llegado a acuerdos con el gobierno federal para liquidar adeudos fiscales de ejercicios anteriores, lo que ha contribuido al aumento en la recaudación. Estos casos evidencian una firme postura del SAT contra la evasión y elusión fiscal, así como su capacidad para alcanzar acuerdos significativos con grandes corporaciones.
Pedro Canabal, especialista en comercio exterior e impuestos, señala que, si bien la fiscalización a grandes contribuyentes ha permitido recuperar adeudos del pasado, aún existe un amplio margen para continuar con estas auditorías en el futuro. Además, menciona la posibilidad de implementar tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) para hacer la fiscalización más eficiente, lo que podría mantener o incluso aumentar la recaudación en este sector.
El uso de la IA por parte del SAT representa un paso adelante hacia la modernización y eficiencia de los procesos de fiscalización, asegurando que todos los contribuyentes, desde los más pequeños hasta los más grandes, cumplan con sus obligaciones fiscales de manera justa e imparcial. Este enfoque tecnológico promete mejorar aún más la capacidad del SAT para identificar y actuar sobre las irregularidades fiscales, contribuyendo a una mayor equidad y transparencia en el sistema tributario mexicano.
Con información de El Economista | Nota original