La Junta de Gobierno del Banco de México mantuvo la pausa monetaria en su sexto anuncio monetario del año, con lo que se completaron seis meses con una tasa en 11.25 por ciento.
La decisión fue unánime y no sorprendió al mercado que ya esperaba se mantendría sin cambio.
El anuncio se presenta a contracorriente del contexto regional, donde sus pares de América Latina iniciaron el ciclo de recortes en la tasa desde julio y a pesar de que la Fed avisó que podría seguir subiendo la tasa.
Analistas de Barclays, Deutsche Bank y Bank of America Securities esperaban alguna mención a la propuesta del gobierno para ampliar el gasto público en 2024, como un factor de presión al alza para la inflación. Pero en ninguna parte del comunicado se hace alguna referencia explícita al tema.
En el comunicado presentaron revisiones al alza para su expectativa de inflación para el cierre del año. Ahora esperan una variación de 4.7% en el Indice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) para el último trimestre de 2023, que contrasta con el 4.6% estimado por ellos mismos en agosto.
También corrigieron la fecha estimada para la llegada al objetivo puntual de inflación, que en agosto previeron se tocaría en el último trimestre del año próximo. Ahora, esperan que al término del 2024, la fluctuación del INPC estará en 3.4% y que será hasta el primer trimestre de 2025, cuando llegará cerca del objetivo puntual, al 3.1 por ciento.
De acuerdo con el analista de riesgo soberano en Fitch, Carlos Morales, el tono del comunicado hace suponer que Banxico mantendrá la tasa sin cambio hasta principios del próximo año y que será muy cauteloso a partir de entonces para sus siguientes decisiones.
Prevé que la inflación continuará disminuyendo gradualmente ayudada por el impacto rezagado del ajuste monetario acumulado desde junio de 2021 y que llegó a la posición restrictiva en octubre de 2022.
“La Junta del Banco central ha enfatizado la necesidad de una tasa de política alta durante un periodo prolongado para asegurar la convergencia de la inflación con el rango objetivo del banco central”.
Con información de: El Economista. || Nota original aquí.