A pesar de los aumentos significativos en las tasas de interés por parte de los bancos centrales alrededor del mundo, la economía global ha mostrado una sorprendente resiliencia, según Agustín Carstens, director general del Banco de Pagos Internacionales (BPI). Durante un discurso en Basilea, Carstens destacó que la actividad económica ha permanecido fuerte, lo que sugiere la posibilidad de un «aterrizaje suave» de la economía, incluso en medio de los esfuerzos por combatir la inflación postpandémica.
Los temores iniciales giraban en torno a la posibilidad de que los aumentos agresivos en las tasas de interés pudieran frenar el crecimiento económico, incrementar el desempleo y perjudicar los mercados laborales. Sin embargo, la situación actual muestra un panorama más alentador. Según Carstens, la inflación está regresando a sus objetivos y el empleo se mantiene fuerte, evitando un impacto negativo significativo en la economía.
A pesar de este panorama positivo, Carstens advirtió sobre la persistencia potencial de la inflación. Señaló varios factores que podrían mantener las presiones inflacionarias, como el excesivo gasto gubernamental, la necesidad de los salarios de recuperar terreno después de la alta inflación reciente, y la tendencia de los precios de los servicios, que aún no se alinean con sus niveles históricos.
Carstens sugirió que si los precios de los servicios vuelven a su tendencia pre-pandémica, esto podría significar tasas de inflación aproximadamente un punto porcentual por encima de los objetivos de inflación durante los próximos tres años. Esto subraya la importancia de mantener una vigilancia continua sobre la evolución de la economía y las medidas de política monetaria.
Con información de El Economista | Nota original