En su reciente reunión, el Banco de México (Banxico) tomó la decisión de disminuir la tasa de interés de referencia en un cuarto de punto porcentual, lo que ha generado cierta polémica al interior de la institución. Según las minutas publicadas, dos de los cinco miembros de la Junta de Gobierno se mostraron en desacuerdo con este recorte, argumentando que podría ser contraproducente para mantener la estabilidad de los precios.
A pesar de que la inflación general en México ha mostrado una ligera disminución en las últimas semanas, los miembros disidentes consideraron que aún es temprano para relajar la política monetaria y que esta decisión podría erosionar la credibilidad del banco central. Por otro lado, la mayoría de los miembros de la Junta de Gobierno justificaron el recorte señalando que las perspectivas de inflación a mediano plazo permiten una mayor flexibilidad en la política monetaria.
Esta división de opiniones refleja la complejidad del entorno económico actual y la dificultad de tomar decisiones sobre la política monetaria. La decisión del Banxico de reducir la tasa de interés tendrá un impacto directo en la economía mexicana, afectando variables como el crédito, el consumo y la inversión. En los próximos meses, se observará con atención cómo evolucionan los indicadores económicos y cómo se consolida esta nueva postura de la política monetaria.