Este viernes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se pronunció sobre la crisis en Líbano, afirmando que está «trabajando» para facilitar el regreso de las comunidades desplazadas por los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá. Biden expresó su compromiso de asegurar que las poblaciones del norte de Israel y del sur de Líbano puedan regresar a sus hogares de manera segura.
El mandatario mencionó que su administración está involucrada en esta tarea a través de sus principales colaboradores, incluidos el secretario de Estado y el secretario de Defensa. «Todos nuestros equipos, junto con la comunidad de inteligencia, están trabajando para hacer que esto suceda», agregó Biden.
Por otro lado, la ONU ha manifestado su profunda preocupación por la situación en la región, instando a una «desescalada» inmediata. Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general Antonio Guterres, subrayó la necesidad de que todas las partes muestren la máxima moderación tras los recientes ataques en Beirut.
La ONU ha solicitado un cese a las hostilidades, advirtiendo sobre el aumento de la violencia en torno a la línea azul, lo que pone en riesgo a las comunidades locales. En este contexto, el llamado a la desescalada se vuelve crucial para la estabilidad en la región.