«Heredé una economía al borde del abismo (…). Ahora nuestra economía es la envidia del mundo». Esta declaración fue hecha por Joe Biden, presidente de Estados Unidos.
Biden, presidente de Estados Unidos, presentó ayer su presupuesto para el año fiscal 2025, el cual incluye medidas importantes como aumentar los impuestos a los más ricos y a las empresas, así como reducir el déficit fiscal.
Con la presentación de este presupuesto, junto con su discurso sobre el Estado de la Unión la semana pasada, el Presidente demócrata busca ganarse el favor del electorado estadounidense para un segundo mandato.
Entre las propuestas de Biden se encuentra un impuesto mínimo del 25% para los más ricos, además de aumentar el Impuesto sobre la Renta de las empresas del 21% al 28%.
Con el objetivo de apoyar a la clase media, el presidente también incluyó una asignación de 258,000 millones de dólares para la construcción de viviendas, así como para fortalecer el gasto social.
Se destinan 23,000 millones de dólares para la «adaptación climática» con el fin de hacer frente a la creciente gravedad de los fenómenos climáticos extremos, como inundaciones, incendios y sequías, causados por el cambio climático. Además, se pretende reducir el déficit fiscal en 3 billones de dólares en la próxima década.
Estos recortes podrían compensarse con el aumento de impuestos, entre otras medidas incluidas en la iniciativa presupuestaria que afectarían a grandes farmacéuticas y petroleras, según explicó el gobierno.
Es poco probable que el Congreso apruebe una propuesta similar para el final del año fiscal, el 30 de septiembre, ya que ni siquiera el presupuesto actual ha sido completamente aprobado.
Las divisiones entre los dos partidos continuarán creciendo con las elecciones a la vuelta de la esquina. Este enfrentamiento constante ha llevado a varios episodios de casi parálisis del gobierno federal debido a la falta de fondos en los últimos meses, aunque todos han sido resueltos en el último minuto.
Con información de El Economista | Nota original