La Sociedad Cooperativa de Ahorro y Préstamo (Socap) Caja Popular Mexicana ha sido reconocida en el Monitor Cooperativo Mundial 2023, elaborado por el Instituto Europeo de Investigaciones sobre Empresas Cooperativas y Sociales (Euricse) y la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), como una de las 300 cooperativas más grandes a nivel global, ocupando el puesto 247. Este logro no solo resalta su posición destacada entre cooperativas de renombre mundial provenientes de Estados Unidos, Italia, Singapur, y Finlandia, sino que también la distingue como la única cooperativa mexicana en este prestigioso listado.
La cooperativa, con una red de 488 sucursales en 268 municipios de 29 estados mexicanos y más de 3.4 millones de socios, ha demostrado un compromiso firme con el desarrollo de las comunidades rurales y urbanas de México. A través de su enfoque en la educación financiera y cooperativa, Caja Popular Mexicana refuerza la certeza y confianza de sus socios, asegurando una supervisión constante por parte de las autoridades reguladoras.
Con 7,500 colaboradores, esta entidad no solo juega un papel crucial en el ámbito financiero al ofrecer servicios esenciales de ahorro y préstamo, sino que también se enfoca en el empoderamiento económico de las mujeres, con más del 51% de los créditos otorgados en 2023 destinados a este sector. La organización se propone superar los 546,322 créditos otorgados en el año anterior, lo que representa un total de 29,425 millones de pesos, subrayando su papel como motor de crecimiento y desarrollo sostenible en México.
La innovación y la tecnología se perfilan como elementos clave en la estrategia de Caja Popular Mexicana para el futuro, con el objetivo de satisfacer las demandas actuales y anticiparse a las tendencias de comportamiento de las nuevas generaciones. Este enfoque estratégico asegura no solo la relevancia continuada de la cooperativa en el panorama financiero mexicano sino también su contribución a la inclusión financiera y el bienestar económico de sus socios en el largo plazo.
Con información de El Economista | Nota original