Después de casi dos años de incertidumbre, la cervecera danesa Carlsberg ha logrado recuperar el control de su filial rusa, Baltika Breweries. La empresa había sido nacionalizada por el gobierno ruso en julio de 2023, en medio de tensiones comerciales y políticas derivadas de la invasión a Ucrania y las sanciones impuestas por Occidente.
Durante el periodo de intervención, Baltika fue adquirida por dos exdirectivos de la misma empresa a través de JSC VG Invest. Sin embargo, el proceso de venta estuvo rodeado de secretismo y se llevó a cabo con la participación de autoridades danesas y el Raiffeisen Bank, entidad clave en las transacciones financieras con Rusia.
Finalmente, Carlsberg acordó la venta de su filial por 2.300 millones de coronas danesas, una cifra considerablemente menor al valor original estimado de la empresa. Este acuerdo representa una pérdida significativa para la cervecera, que había construido una presencia fuerte en el mercado ruso antes del conflicto.
La decisión de vender Baltika responde a la estrategia de Carlsberg de desvincularse de sus operaciones en Rusia tras la guerra en Ucrania y las sanciones económicas impuestas por la Unión Europea y otros países. A pesar de las dificultades, la compañía ha asegurado que la venta permitirá minimizar pérdidas y centrarse en otros mercados clave.
El regreso de Baltika a manos privadas marca un nuevo capítulo en la reconfiguración del sector empresarial dentro de Rusia, donde varias compañías extranjeras han debido abandonar sus activos debido a las medidas del gobierno de Vladimir Putin. Con este movimiento, Carlsberg cierra un proceso complicado y se enfoca en su expansión global.
Este artículo ha sido elaborado a partir de información publicada en Financial Times. Para leer la nota original, visita:
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