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China responde a las restricciones de chips impuestas por Estados Unidos

Pekín califica de provocación las nuevas sanciones de EE.UU. que limitan el acceso a tecnologías clave en semiconductores y advierte que tomará represalias.

En un nuevo capítulo de la creciente rivalidad tecnológica, China ha expresado su indignación ante las recientes restricciones de Estados Unidos sobre la exportación de chips avanzados, catalogando estas medidas como una provocación que atenta contra el comercio global. Según el Ministerio de Comercio chino, esta decisión no solo amenaza con interrumpir las cadenas de suministro internacionales, sino que también afecta negativamente la recuperación económica global.

La administración estadounidense ha endurecido las restricciones tecnológicas como parte de su estrategia para limitar el acceso de China a equipos avanzados utilizados en la fabricación de chips de última generación, señalando preocupaciones de seguridad nacional. Las nuevas medidas afectan directamente a empresas clave, entre ellas Huawei, cuyo reciente avance en el lanzamiento de dispositivos de alta tecnología, como el Mate 60 Pro, había generado tensiones en Washington.

Pekín, por su parte, calificó estas sanciones como un abuso de poder y violación de las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Según portavoces oficiales, estas acciones no solo buscan frenar el desarrollo tecnológico de China, sino también fortalecer el dominio de Estados Unidos en la industria global de semiconductores.

La respuesta de China no se ha hecho esperar. Las autoridades han advertido que tomarán medidas contundentes para salvaguardar sus intereses nacionales y proteger a las empresas afectadas. Esto podría incluir la imposición de restricciones a la exportación de minerales estratégicos esenciales para la fabricación de chips, como el galio y el germanio, de los cuales China es el principal proveedor mundial.

Esta escalada en las tensiones evidencia el impacto del desacoplamiento tecnológico entre las dos mayores economías del mundo. Mientras Estados Unidos busca contener el avance tecnológico de China, esta última intensifica sus esfuerzos para reducir su dependencia de las tecnologías extranjeras mediante inversiones masivas en innovación y desarrollo interno.

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