El índice de Confianza del Consumidor en México experimentó un avance modesto en marzo, señalando un crecimiento continuo por tercer mes consecutivo tras una caída en diciembre. Este incremento, aunque leve, refleja un optimismo creciente entre los consumidores mexicanos, situando el índice en su punto más alto desde febrero de 2019, justo en los primeros meses del gobierno actual. Esta mejora es interpretada como un indicio de resiliencia económica y anticipa un dinamismo económico reforzado por parte de las familias mexicanas.
Analistas sugieren que este cambio en la confianza de los consumidores podría estar influenciado por la tendencia decreciente de la inflación, lo que podría fortalecer la perspectiva de un mayor consumo en los próximos meses. Además, se proyecta que el crecimiento económico de México para el cierre de 2024 alcance el 2.4%, apoyado por expectativas positivas del Banco Central.
No obstante, el análisis de los componentes del índice de Confianza del Consumidor revela una imagen mixta. Mientras que algunos aspectos relacionados con la situación económica actual y futura de los hogares mostraron mejoras, otros, como las expectativas a largo plazo para el país y las posibilidades de compra de bienes duraderos, experimentaron caídas o estancamiento.
Los indicadores complementarios del índice ofrecen perspectivas adicionales, destacando un retroceso en la percepción del empleo futuro y las posibilidades de compra de bienes no duraderos, como ropa, zapatos y alimentos. Sin embargo, se observa un aumento en las posibilidades de ahorro y en las expectativas de poder realizar compras significativas, construcciones o remodelaciones en el hogar, lo que podría indicar una planificación financiera a más largo plazo entre los consumidores.
Esta combinación de tendencias sugiere que, a pesar de los desafíos económicos, existe una base de optimismo entre los consumidores mexicanos, posiblemente alimentada por mejoras en la situación económica personal y expectativas de una economía más estable. El gobierno espera que el consumo continúe siendo un motor clave de crecimiento, proyectando una expansión del 3.0% en este sector.
Con información de El Economista | Nota original