El sector financiero mexicano ha experimentado un cambio radical en los últimos años con el crecimiento del uso de transacciones bancarias a través de teléfonos móviles. Según un informe reciente, los contratos de banca móvil aumentaron un 572% en tan solo ocho años, mostrando la rápida adopción tecnológica en el país.
Este avance responde a la creciente digitalización y a los esfuerzos de las instituciones bancarias por ofrecer alternativas más ágiles y convenientes. La banca móvil ahora permite a los usuarios realizar pagos, transferencias y consultas en tiempo real, lo que ha transformado la manera en que los mexicanos manejan su dinero.
A pesar del avance, los retos persisten, como garantizar la seguridad de las plataformas digitales frente al creciente riesgo de ciberataques y promover la inclusión financiera en zonas rurales. La tendencia apunta a que este sector continuará expandiéndose, con nuevas innovaciones en el horizonte.