La economía chilena ha experimentado un marcado enfriamiento en el segundo trimestre de 2024, con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de solo 1,6% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este desempeño está muy por debajo del 2,5% registrado en el primer trimestre, lo que ha llevado a los analistas a recalibrar sus expectativas de crecimiento para el año, acercándolas a un modesto 2%. La desaceleración es atribuida en gran parte a una notable caída en la inversión, que sufrió una contracción del 4,1%, marcando la cuarta caída anual consecutiva en este rubro.
El informe de Cuentas Nacionales publicado por el Banco Central revela además que, en términos desestacionalizados, la actividad económica cayó un 0,6% en comparación con el primer trimestre, marcando la primera contracción de este tipo en un año. Este retroceso ha diluido el optimismo que predominaba a inicios de 2024, mientras el país enfrenta el reto de revitalizar su economía, la cual sigue anclada por una inversión débil y una demanda interna en retroceso. Los expertos subrayan la importancia de que el Ejecutivo implemente políticas efectivas que estimulen la inversión y reduzcan la incertidumbre económica para revertir esta tendencia.
Desde el Ministerio de Hacienda, el ministro Mario Marcel mantiene su proyección de un crecimiento del 2,6% para este año, aunque el mercado muestra un tono más cauteloso ante los recientes datos. Hermann González, de Clapes UC, y Sergio Lehmann, de BCI, coinciden en que la economía chilena ha estado estancada desde el cuarto trimestre de 2021, con un crecimiento limitado principalmente al sector minero, mientras que la demanda interna continúa mostrando debilidad. Ambos expertos señalan que una recuperación significativa de la demanda interna es crucial para alcanzar los objetivos de crecimiento del Gobierno.
Las proyecciones para el crecimiento económico en 2024 y 2025 ahora rondan el 2,1% al 2,3%, con la inversión mostrando solo un modesto repunte. Andrés Pérez, economista jefe de Itaú, y Natalia Aránguiz, de Aurea Group, enfatizan la necesidad de impulsar la inversión privada y reducir la incertidumbre en las políticas económicas como elementos esenciales para reactivar el crecimiento. En un contexto donde incluso Goldman Sachs ha revisado a la baja sus expectativas para Chile, el desafío de lograr un crecimiento sostenido se vuelve cada vez más apremiante para el país.
