En los últimos 12 años, el Banco de México ha autorizado el funcionamiento de 20 nuevas entidades bancarias, reforzando el dinamismo del sistema financiero en el país. Esta expansión incluye tanto bancos tradicionales como digitales, lo que evidencia un esfuerzo por adaptarse a las nuevas tecnologías y necesidades de los consumidores.
Entre las nuevas incorporaciones se destacan iniciativas enfocadas en la digitalización, como Openbank, que pertenece a Grupo Santander y obtuvo su licencia para operar recientemente. Esta tendencia hacia los bancos digitales resalta el papel de las fintech y su creciente relevancia en la oferta de servicios financieros en México.
Los nuevos actores no solo compiten con los bancos establecidos, sino que también buscan cerrar brechas de inclusión financiera, llevando servicios a sectores que históricamente han sido desatendidos. Ejemplo de esto son los neobancos y otras plataformas digitales que utilizan tecnología para llegar a más usuarios con costos competitivos.
Además de los bancos comerciales, el Banco de México también ha apoyado a instituciones enfocadas en sectores especializados como las Sofipos y sociedades financieras comunitarias, fortaleciendo las opciones de financiamiento para empresas y emprendedores.
Este crecimiento del sistema bancario en México refleja un esfuerzo constante por diversificar el mercado y fomentar la innovación, lo cual plantea un desafío para las entidades tradicionales en términos de adaptación y evolución tecnológica. Con estas iniciativas, el panorama financiero mexicano avanza hacia un entorno más competitivo e inclusivo
