En el segundo trimestre de 2024, el Producto Interno Bruto (PIB) de Chile mostró un crecimiento anual del 1,6%, impulsado por sectores como la minería, la electricidad, gas y agua (EGA), el comercio y el transporte, según el informe de Cuentas Nacionales publicado por el Banco Central. Sin embargo, este crecimiento fue considerado «decepcionante» por expertos, especialmente en comparación con el 2,5% registrado en el primer trimestre del año. La desaceleración de la economía ha generado preocupación, pero lo que realmente ha encendido las alarmas es el desplome en la inversión, que cayó un 8,7% en el mismo período.
El retroceso en la inversión se debió en gran medida a una disminución del 4,1% en la formación bruta de capital fijo (FBCF), afectada por una menor inversión en vehículos de transporte y equipos eléctricos y electrónicos. Esta caída en la inversión es vista como una señal preocupante para el futuro crecimiento económico del país. Javier Mella, académico de la Universidad de los Andes, destacó que el Gobierno debería enfocar sus esfuerzos en revertir esta tendencia para evitar consecuencias negativas en el crecimiento económico a largo plazo. La demanda interna también mostró debilidad, con una disminución del 1,4%, reflejando la caída en la inversión y una variación marginal del 0,5% en el consumo de los hogares.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, ha mantenido una postura cautelosa, subrayando la importancia del segundo semestre de 2024 para cumplir con la meta de crecimiento anual del 2,6%. Marcel hizo un llamado al Congreso para que avance rápidamente en los proyectos pro inversión que ha presentado el Ejecutivo, insistiendo en la necesidad de impulsar sectores clave como la construcción. El comercio exterior mostró resultados mixtos, con un aumento del 7,3% en las exportaciones y una caída del 2,2% en las importaciones, lo que indica una dinámica económica compleja y desafiante.
Ante este escenario, los expertos coinciden en que el desplome de la inversión debería ser una «alarma» para el sistema político chileno. La urgencia de avanzar en reformas estructurales, como la reforma previsional y el pacto fiscal, es crucial para reactivar la senda de crecimiento y asegurar un entorno económico más estable y predecible. La necesidad de establecer reglas claras y acelerar la aprobación de proyectos de inversión es vista como una condición indispensable para revertir la desaceleración y fomentar un crecimiento sostenido en el futuro.