La transformación digital ha dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad estratégica en el mundo empresarial mexicano. Empresas de diversos sectores están recurriendo a soluciones tecnológicas para optimizar sus procesos, disminuir riesgos y adaptarse a las exigencias fiscales y operativas actuales.
Según recientes informes, la digitalización de procesos permite a las compañías reducir hasta un 25% de sus costos administrativos, gracias a la automatización de tareas repetitivas, la eliminación de errores humanos y la mejora en la gestión de recursos. Además, se ha reportado un aumento promedio del 20% en la productividad empresarial.
Uno de los beneficios más destacados de esta transformación ha sido la disminución de fraudes internos. Herramientas digitales como Tickelia permiten un control más riguroso de los gastos corporativos, lo que reduce las oportunidades de malos manejos financieros dentro de las organizaciones. A través de reportes automáticos, auditorías digitales y flujos de aprobación más transparentes, estas plataformas ayudan a prevenir irregularidades contables.
Otro aspecto clave es el cumplimiento con las regulaciones fiscales impuestas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Las soluciones digitales ofrecen una trazabilidad clara de cada transacción, facilitando el cumplimiento de obligaciones tributarias y reduciendo el riesgo de sanciones. Esto resulta especialmente importante en un entorno donde las auditorías electrónicas son cada vez más frecuentes.
La digitalización también ha permitido a muchas empresas adaptarse con mayor agilidad a los cambios en el entorno económico y social, como los generados por la pandemia o las tensiones comerciales internacionales. Al contar con procesos más eficientes, estas organizaciones pueden responder de forma más rápida y eficaz a nuevas demandas del mercado.
Especialistas coinciden en que la adopción tecnológica es un paso fundamental para asegurar la competitividad a largo plazo. No obstante, destacan que este cambio debe ir acompañado de una capacitación adecuada del personal y una estrategia clara de integración tecnológica.
Este artículo ha sido elaborado a partir de información publicada en El País. Para leer la nota original, visita: elpais.com
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