La incertidumbre en torno al tipo de cambio peso-dólar persiste. Según la última encuesta realizada por Anatec-AMIB para El Economista, los analistas estiman que el dólar cerrará el año en 20.25 pesos, con un rango que oscila entre los 18.80 y los 21.50 pesos. A pesar de esta proyección, los expertos muestran una notable divergencia en sus opiniones sobre la evolución del tipo de cambio.
Javier Bernal, líder de la encuesta, destaca que la amplitud de los rangos esperados refleja la complejidad del entorno económico actual. «Las señales son encontradas y no existe una tendencia clara», señala Bernal. Esta falta de consenso se explica en parte por la influencia de eventos de alta frecuencia que dificultan la aplicación de modelos de análisis técnico tradicionales.
Los analistas consultados no anticipan una recesión económica a nivel global, sino más bien un escenario de «aterrizaje suave». Esta perspectiva se refleja en las expectativas sobre las tasas de interés y los precios de los activos financieros, que no prevén caídas significativas en el corto plazo.
En resumen, aunque la encuesta apunta a una estabilidad relativa del tipo de cambio peso-dólar al cierre del año, la incertidumbre sigue siendo elevada. La amplia divergencia de opiniones entre los expertos refleja la complejidad del entorno económico actual y la dificultad de realizar pronósticos a largo plazo.