En medio de un entorno económico marcado por la alta inflación y las elevadas tasas de interés, la economía de Estados Unidos ha demostrado una notable resiliencia. En el segundo trimestre de 2024, el Producto Interno Bruto (PIB) del país creció a una tasa anualizada del 3%, superando la estimación inicial del 2,8%, según informó la Oficina de Análisis Económico (BEA). Este crecimiento revisado al alza refleja un mayor gasto del consumidor, que avanzó un 2,9% frente a la estimación anterior del 2,3%. El consumo personal, que es el principal motor de la economía estadounidense, mostró avances significativos en áreas como atención sanitaria, vivienda, servicios públicos y ocio, compensando la debilidad en otras categorías económicas.
A pesar del crecimiento económico, otros indicadores muestran una economía en proceso de ajuste. Las solicitudes iniciales de subsidios por desempleo se mantuvieron estables en 231,000, lo que indica un mercado laboral robusto y estable. Sin embargo, la inversión empresarial, los inventarios, las exportaciones netas, la inversión residencial y el gasto gubernamental fueron revisados a la baja, lo que sugiere que las empresas y el gobierno están siendo cautelosos en medio de la incertidumbre económica. Las ganancias corporativas ajustadas antes de impuestos aumentaron un 1,7% en el segundo trimestre, y los márgenes de ganancias agregados para las corporaciones no financieras también se incrementaron ligeramente, lo que ha intensificado el debate político sobre las ganancias corporativas y la distribución de la carga fiscal en la campaña electoral.
En términos de inflación, el índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE), que es el indicador preferido por la Reserva Federal para medir la inflación, aumentó a una tasa anualizada del 2,5% en el segundo trimestre, ligeramente por debajo de la proyección inicial. Excluyendo alimentos y energía, el PCE básico subió un 2,8%, una ligera corrección respecto a la estimación anterior. Con la inflación en retroceso, los funcionarios de la Reserva Federal han indicado que su enfoque se está centrando más en el mercado laboral. A medida que se espera que la Fed reduzca las tasas de interés en los próximos meses, se anticipa un alivio para sectores como la vivienda y la manufactura, que han sido afectados por los elevados costos de endeudamiento.
