El Gobierno de Ecuador espera concretar la importación de energía desde Colombia este fin de semana, lo que podría aliviar la crisis energética que enfrenta el país. Según estimaciones, la línea de transmisión disponible permitiría recibir hasta 450 MW diarios, lo que cubriría un tercio del déficit energético actual de 30.000 MWh. Esto reduciría los apagones de 12 a 8 horas, aunque expertos sugieren mantener las restricciones para dar descanso al Complejo Hidroeléctrico Paute.
Diego Morales, presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Azuay, señaló que si la electricidad importada reemplaza el funcionamiento de Paute, el complejo podría recuperar sus niveles críticos de agua, esenciales para el futuro energético del país. “Paute opera en niveles sumamente riesgosos y debería estar parado para preservar sus embalses”, enfatizó.
Fernando Salinas, analista energético, explicó que la estrategia óptima sería utilizar la energía colombiana para estabilizar los embalses de Mazar y Paute-Molino, permitiendo que funcionen como una batería de reserva en diciembre. Sin embargo, advirtió que las condiciones actuales, con sequía prolongada y retrasos en la incorporación de energía térmica, dificultan una solución inmediata.
Por su parte, Jorge Jaramillo indicó que mantener activo a Paute mientras se utiliza la energía importada podría reducir los apagones a corto plazo, pero con el riesgo de inhabilitar el complejo hidroeléctrico en el futuro, lo que agravaría la crisis.
El Gobierno deberá decidir entre dos enfoques: priorizar la reducción de apagones para aliviar a la población, o preservar los recursos hídricos de Paute para garantizar estabilidad a mediano plazo. En cualquier caso, las condiciones climáticas y la ejecución de contratos térmicos serán determinantes en las próximas semanas.
