El Banco Central Europeo (BCE) ha reportado una pérdida neta de 1,266 millones de euros para el ejercicio 2023, marcando su primer resultado negativo en casi dos décadas, debido al impacto adverso de las subidas de los tipos de interés en su balance. Esta situación ha llevado al BCE a decidir no distribuir beneficios a los bancos centrales nacionales de la zona euro por el ejercicio pasado. La última vez que el BCE registró pérdidas fue en 2004, con un saldo negativo superior a 1,600 millones de euros.
Para mitigar estas pérdidas, el BCE utilizó el total de su provisión para riesgos financieros, valorada en 6,620 millones de euros, reduciendo así el déficit a 1,266 millones de euros. Estas pérdidas se atribuyen principalmente a los significativos gastos netos por intereses, exacerbados por el incremento de los costos derivados del pasivo Target neto del BCE y por la subida de los tipos de interés de las operaciones principales de financiación (OPF).
A pesar de que los ingresos por intereses experimentaron un notable aumento en 2023, los gastos por intereses se dispararon aún más, resultando en un balance negativo de ingresos por intereses netos. Este aumento en los gastos por intereses fue especialmente pronunciado en el pasivo Target neto del BCE, que se incrementó sustancialmente debido al alza en el tipo de interés de las OPF.
Además, el BCE experimentó un aumento en los ingresos netos por intereses de los valores mantenidos con fines de política monetaria y de los activos exteriores de reserva, reflejando el alza en la rentabilidad media tanto en la zona euro como en Estados Unidos. Sin embargo, las minusvalías no realizadas en algunas carteras en dólares estadounidenses y de recursos propios fueron relativamente menores en comparación con el año anterior.
El BCE también registró incrementos en los gastos de personal y otros gastos administrativos, en parte debido al retorno a la normalidad post-pandemia y al impacto de la inflación. Los ingresos por tasas de supervisión, que ayudan a cubrir los costos de las funciones supervisoras del BCE, también mostraron un aumento en comparación con el ejercicio anterior.
Con información de El Economista | Nota original