En mayo del año pasado se confirmó oficialmente lo que se sabía desde hacía meses: la desaparición de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND), institución encargada de proporcionar créditos a los productores del campo. Esto dejó a los productores cuyos créditos estaban con esta institución en una mayor incertidumbre.
«Como Consejo Nacional Agropecuario (CNA), hemos estado colaborando con la banca comercial y firmando acuerdos para que esta tenga una mayor participación en el financiamiento del campo», explicó Juan Cortina, presidente del CNA, en una entrevista.
A pesar de estos acuerdos, parece que ha habido un impacto. Datos del Banco de México (Banxico) mostraron que en el primer bimestre de este año, el crédito al sector primario cayó un 3% en comparación con el mismo periodo del año anterior, llegando a 259,401 millones de pesos, el nivel más bajo en tres años.
Juan Cortina señaló que el otorgamiento y uso del crédito en el campo es mucho menor en México que en otros países. Mientras que en Estados Unidos el 96% de los productores tienen acceso y hacen uso del financiamiento, en México solo el 8% lo hace.
Aunque el sector está en crecimiento y muestra resiliencia, Cortina admitió que las tasas de interés para los productores son muy altas, lo que afecta especialmente a los pequeños productores.
«Creemos que es importante garantizar el acceso al financiamiento, especialmente para los pequeños y medianos productores del país, donde se encuentra la mayor dificultad en el financiamiento», destacó.
La desaparición de la FND el año pasado generó una falta de claridad en los procesos de liquidación y acompañamiento para quienes dependían de esta institución para financiar sus actividades, según indicó la senadora Nancy Sánchez Arredondo en enero pasado.
Aunque se mencionaron alternativas como FIRA o Financiera del Bienestar, algunos expertos como Marco del Río Chivardi de BFA Global, sugieren que estas opciones podrían no ser suficientes para compensar la inclusión financiera que la FND proporcionaba, especialmente para los productores que dependían exclusivamente de ella para acceder al crédito.
Con información de El Economista | Nota original