BBVA México consideró necesario que el siguiente Gobierno federal diseñe e implemente una reforma fiscal que aumente los ingresos tributarios.
Lo anterior, explicó, ante la previsible fragilidad en las finanzas públicas en los próximos años, por las presiones derivadas de los programas sociales, el continuo apoyo a Petróleos Mexicanos (Pemex), el deterioro de la infraestructura debido a la falta de mantenimiento, el costo financiero de la deuda y el pago de pensiones públicas.
En un análisis sobre el Paquete Económico 2024 que se presentó el viernes pasado en el Congreso de la Unión, el área de estudios económicos del banco destacó que éste se caracteriza por tres aspectos fundamentales: metas fiscales que mantendrán finanzas públicas sanas al cierre del sexenio; la expectativa de una recaudación tributaria histórica máxima de 14.4% del Producto Interno Bruto (PIB); y una política de financiamiento responsable y transparente.
Preocupa déficit público
BBVA destacó que el Paquete Económico 2024 mantendrá el equilibrio fiscal, a pesar de proponer una meta de -1.2% del PIB para el balance primario del próximo año.
Agregó que, considerando que el costo financiero será 3.7% del PIB en el 2024, el balance público tradicional mostrará un déficit de 4.9%, mientras que los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) se ubicarán en -5.4%.
“El déficit público previsto por la SHCP para el 2024 resulta preocupante en un contexto en el que la propia dependencia gubernamental estima que la economía mexicana crecerá por encima de su potencial (2.6% contra 2.4%). Es decir, la política fiscal sería procíclica y esto iría en detrimento de la trayectoria de la deuda pública”, señaló.
En contraste, argumentó, una política fiscal contracíclica, en la que se tuvieran déficits públicos solamente cuando el crecimiento fuera menor al potencial, promovería una mayor estabilidad en el cociente de deuda.
BBVA agregó que si bien el Gobierno prevé mantener el saldo de los RFSP constante en 48.8% del PIB entre el 2024 y 2029, la estrategia que propone resulta poco creíble, dado que en sus proyecciones, el gasto de operación, de capital y no programable, reducirán en 1.3, 1.1 y 0.6 puntos porcentuales respectivamente entre el 2024 y el 2025, lo que haría posible que estos requerimientos se ubicaran en -2.6% del PIB en el 2025.
Por otra parte, la institución enfatizó que resulta preocupante que el paquete económico contemple un recorte de 55.8% en el gasto real de salud, pues dado que el sistema tiene muchas deficiencias, habrá un enorme gasto en este rubro en la siguiente administración.
Con información de: El Economista || Nota original aquí.