La administración del presidente español ha dado una respuesta contundente y coordinada frente a la agresiva política arancelaria impuesta por el gobierno de Donald Trump. La estrategia, que combina medidas internas y gestiones diplomáticas, busca proteger la economía nacional y posicionar a España como un actor independiente en el escenario internacional.
La primera reacción del Ejecutivo fue convocar de inmediato a los interlocutores sociales para evaluar el impacto directo de los aranceles estadounidenses sobre los sectores productivos. Posteriormente, se aprobó el Real Decreto-ley 4/2025, una norma urgente que busca mitigar los efectos económicos y revitalizar el comercio internacional desde una perspectiva estratégica.
A nivel internacional, el viaje del presidente del Gobierno a China se convirtió en una acción diplomática clave. Aunque la visita había sido planeada con antelación, se aprovechó para enviar un mensaje claro a Estados Unidos: Europa tiene alternativas comerciales y no está dispuesta a ceder ante presiones económicas. La reacción crítica del gobierno de Trump ante el viaje confirma su impacto simbólico y estratégico.
Además, se fortalecieron los lazos diplomáticos mediante encuentros del Ministro Cuerpo con el Secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, y con representantes empresariales. Esta ofensiva diplomática pretende subrayar la capacidad negociadora del Gobierno español, incluso en un contexto hostil impuesto por la administración norteamericana.
No obstante, la oposición representada por el Partido Popular (PP) ha optado por una postura crítica y poco colaborativa. En lugar de respaldar las decisiones del Ejecutivo ante una amenaza comercial directa, el líder del PP, Núñez Feijóo, prefirió retirarse de cualquier posible acuerdo por temor a represalias internas de la extrema derecha. Además, difundió un bulo sobre un supuesto pacto entre el Gobierno y el partido Junts, lo cual fue desmentido y señalado como una maniobra política sin fundamento.
La actitud del PP también se reflejó en su rechazo a la convalidación del Real Decreto-ley 4/2025 y en su oposición al viaje a China, alineándose con las críticas del gobierno estadounidense. Esta postura ha sido interpretada como una muestra de debilidad y dependencia hacia la derecha internacional, especialmente hacia el discurso autoritario promovido por Trump.
Finalmente, las declaraciones de la diputada Cuca Gamarra, atribuyendo el viaje del presidente a intereses personales o comerciales del expresidente Zapatero, fueron vistas como un exceso retórico que contribuye a enturbiar el debate político. Esta actitud confrontativa y destructiva de parte de la oposición resalta la falta de unidad nacional en momentos clave para la política exterior española.
Este artículo ha sido elaborado a partir de información publicada en Entrepeneur Para leer la nota original, visita: Ante las agresiones de Trump, una política errática, inconsistente y dañina para los intereses españoles
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