El Departamento de Comercio de Estados Unidos ha implementado medidas significativas contra las importaciones de extrusiones de aluminio, afectando a múltiples países incluyendo a México, que enfrenta cuotas antidumping de hasta un 82%. Estas medidas forman parte de una investigación más amplia que también involucra a otros 13 países, con Turquía y China recibiendo las tasas más altas de derechos antidumping.
México, siendo el segundo mayor exportador de estos productos hacia Estados Unidos, registró embarques por un valor de 139 millones de dólares en el primer trimestre de 2024. Canadá y Colombia ocuparon el primer y tercer lugar respectivamente, lo que resalta la importancia de este comercio para la economía mexicana y las potenciales repercusiones de estas cuotas.
Las tasas de dumping aplicadas a las empresas mexicanas son variadas, con Aluminio de Baja California enfrentando un 18.07%, mientras que empresas como Merit Stamping y Tubos y Perfiles de Aluminio reciben la tasa máxima del 82.03%. Otras empresas agrupadas bajo la entidad Aluminio Texcoco, NEO Aluminio, Extrusiones Metálicas y Extrusiones Metálicas Expo enfrentan una tasa más moderada del 9.18%, y el resto de las empresas un 13.63%.
Esta acción fue provocada por una petición presentada el 4 de octubre de 2023 por la Coalición de Extrusores de Aluminio de Estados Unidos y el Sindicato Internacional Unido de Trabajadores del Acero, Papel y Silvicultura, Caucho, Manufactura, Energía, Industrias Afines y Servicios. Esta coalición, que representa a 14 empresas estadounidenses de extrusión de aluminio, alega prácticas desleales de comercio que justificarían la imposición de estos derechos antidumping.
Los países adicionales afectados por estas medidas incluyen a Colombia, la República Dominicana, Ecuador, India, Indonesia, Italia, Malasia, China, República de Corea, Taiwán, Tailandia, Turquía, Emiratos Árabes Unidos y Vietnam, reflejando la extensión global del impacto de esta decisión.
Estas cuotas podrían tener consecuencias significativas para el comercio internacional de extrusiones de aluminio y para las economías de los países afectados, afectando la competitividad de las empresas, alterando las cadenas de suministro y potencialmente elevando los precios para los consumidores en Estados Unidos.
Con información de El Economista | Nota original