El sector servicios de Estados Unidos mostró un fuerte repunte en noviembre, con el Índice de Gestores de Compras (PMI) alcanzando los 56,1 puntos, frente a los 55 registrados en octubre. Este crecimiento, el mayor desde marzo de 2022, refleja un aumento significativo en la actividad empresarial y los nuevos pedidos, incluyendo un crecimiento sostenido de las ventas al exterior por quinto mes consecutivo.
El informe de S&P Global destaca que la resolución de las elecciones presidenciales y una moderación en los tipos de interés han reducido la incertidumbre macroeconómica, impulsando el consumo. Sin embargo, las empresas permanecen cautelosas en contrataciones, lo que ha generado acumulación de pedidos pendientes. Aunque los costos de insumos siguen al alza, la inflación se ha moderado, y los precios de producción crecieron al ritmo más lento en cuatro años y medio.
Chris Williamson, economista jefe de S&P Market Intelligence, señaló que la fortaleza del sector servicios compensa el descenso en la industria, apoyando un crecimiento anualizado del PIB estimado en 2,6%, siempre que la tendencia persista en diciembre. A pesar de la confianza moderada, las empresas son optimistas sobre el impacto positivo de la segunda administración de Donald Trump en el desempeño del sector.