Según datos oficiales publicados este viernes, las exportaciones de China experimentaron su primer retroceso en siete años durante el 2023. Estas cifras reflejan las tensiones con Estados Unidos y los efectos de la débil recuperación de la economía global. Aunque las exportaciones mostraron un aumento en los últimos dos meses del año, la comparación interanual revela un rendimiento modesto en comparación con el año 2022, marcado por las políticas relacionadas con la pandemia de Covid-19.
Las exportaciones son un componente esencial del crecimiento económico chino en las últimas cuatro décadas, y estas cifras coinciden con la revelación de datos sobre los precios del consumidor, que indican que el país ha experimentado deflación durante el tercer mes consecutivo.
Esta tendencia también evidencia un cambio geopolítico, ya que el comercio anual con Estados Unidos disminuyó por primera vez en cuatro años, mientras que los intercambios con Rusia alcanzaron un récord, a pesar de la presión internacional para aislar a Moscú después de la ofensiva en Ucrania. Wang Lingjun, viceministro de la Oficina General de Aduanas, destacó la creciente complejidad, gravedad e incertidumbre del entorno externo, instando a superar estas dificultades y a realizar esfuerzos adicionales para impulsar el crecimiento del comercio exterior.
Los datos del 2023 también revelaron una caída del 5.5% en las importaciones, reflejando la amenaza de la deflación. La debilidad en la demanda de bienes importados se refleja en la contracción del 0.3% en el Índice del Precio al Consumidor (IPC) en diciembre, prolongando así la deflación por tercer mes consecutivo.
En cuanto a la inflación en China en 2023, fue del 0.2%, en marcado contraste con otras grandes economías que experimentan un repunte de los precios. La deflación, aunque hace que los bienes sean más asequibles, supone un desincentivo económico al llevar a los consumidores a postergar sus compras en anticipación a una mayor caída de precios, debilitando la demanda y potencialmente afectando la producción y el empleo.
Por otro lado, los datos comerciales revelan que el volumen de intercambios entre China y Rusia aumentó significativamente, alcanzando un récord de 240,000 millones de dólares, con un incremento del 26.3%. Mientras tanto, el comercio entre China y Estados Unidos experimentó una disminución del 11.6%, llegando a 664,000 millones de dólares, marcando su primera reducción desde 2019.
Con información de El Economista | Nota original