Las Sociedades Financieras Populares (Sofipos) se encuentran en el epicentro de una intensa competencia por ofrecer altas tasas de rendimiento, lo que ha generado dudas sobre su capacidad para cumplir con las obligaciones hacia sus ahorradores y los riesgos asociados. Estas prácticas han sido calificadas por algunos como “aberrantes”.
No obstante, Carlos Marmolejo, director ejecutivo de la Sofipo Finsus, argumenta que las verdaderas tasas insostenibles son las aplicadas a los créditos por entidades financieras tradicionales. Según Marmolejo, la tendencia actual busca establecer justicia para los ahorradores a través de la eficiencia digital, y no solo incrementar la adquisición de clientes.
Marmolejo enfatiza la importancia de la regulación y advierte que la falta de conocimiento en este ámbito puede llevar a problemas, especialmente en un contexto regulatorio complejo como el de México. A pesar de que la Ley de Ahorro y Crédito Popular establece mecanismos para proteger a los ahorradores y mantener la capitalización de las Sofipos, Marmolejo recalca que cada entidad financiera tiene la libertad de establecer sus propias tasas de interés para inversionistas y créditos.
La estrategia de “cosechas” implementada por Finsus permite colocar créditos en empresas seleccionadas con montos, tasas y plazos definidos, ofreciendo a los inversionistas condiciones similares hasta alcanzar el objetivo de colocación. Marmolejo destaca que este modelo, que ha permitido ofrecer rendimientos del 16% por montos específicos, es sostenible y regulado, y busca equilibrar los intereses de ahorradores, intermediarios y empresas financiadas. A medida que la tasa de referencia disminuya, se realizarán ajustes, siempre con el beneficio de los ahorradores como prioridad.
Con información de El Economista | Nota original