La agencia calificadora Fitch ha resaltado la necesidad de conocer la estrategia fiscal del próximo gobierno en México para confirmar un retorno al manejo estable de las finanzas públicas. A pesar de que la calificación soberana de México se mantiene en «BBB-» con perspectiva Estable, el mayor déficit fiscal previsto para este año requiere un escrutinio detallado de las políticas del próximo gobierno, según Todd Martínez, director senior de soberanos en Fitch.
El análisis de Fitch se enfoca también en la estrategia que el nuevo gobierno mexicano adoptará respecto a Petróleos Mexicanos (Pemex), cuya viabilidad financiera es otro punto de atención crucial para la calificación soberana del país. Además, el análisis de la calificadora incluye la oportunidad de desarrollo que el fenómeno del nearshoring representa para México, especialmente considerando la recomposición de las cadenas mundiales de producción.
Shelly Shetty, directora de soberanos de Fitch, añadió que el efecto positivo del nearshoring en México ya es evidente, pero su impacto a mediano plazo dependerá de las políticas públicas implementadas para maximizar y extender el atractivo del país a los inversionistas mundiales. Asimismo, destacó que los requerimientos de las multinacionales interesadas en la relocalización, como energías limpias y acceso a servicios hídricos, son áreas en las que México necesita mejorar su oferta.
En el contexto regional, Fitch anticipa un déficit fiscal promedio de 2.5% del PIB en América Latina en 2024, aunque México se encuentra entre los pocos países con déficits cercanos al 5% del PIB. Esta situación fiscal impone riesgos en caso de una mayor desaceleración económica o un entorno global más desafiante.
Finalmente, Shetty señaló que, aunque no se espera una recesión en Estados Unidos, la desaceleración económica en ese país y en China influirá negativamente en el crecimiento de México y Brasil, y por ende, en toda la región latinoamericana. Además, destacó que, aunque la inflación mundial ha mostrado signos de moderación, México es el único entre las grandes economías emergentes de la región que ha mantenido su tasa de interés sin cambios en el último año. No obstante, se anticipa que México iniciará pronto un ciclo de relajación en su tasa de interés.
Con información de El Economista | Nota original