El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha emitido un pronóstico sombrío para la economía mexicana en 2025, al estimar una contracción del producto interno bruto (PIB) del 0.3%. Esta caída marca un cambio drástico respecto a las expectativas anteriores y sitúa al país en una senda recesiva por primera vez en varios años.
La principal causa de esta situación es la nueva ofensiva arancelaria impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha establecido gravámenes del 25% a productos clave provenientes de México. Esta medida, enmarcada dentro de una renovada guerra comercial, ha golpeado directamente a sectores estratégicos como el automotriz, agrícola y manufacturero, afectando las cadenas de valor que vinculan estrechamente a ambas economías.
De acuerdo con el informe del FMI, además de la recesión proyectada para 2025, el crecimiento económico para 2026 apenas alcanzaría un 1.4%, lo cual sugiere una recuperación lenta y limitada. El organismo advierte que la incertidumbre en torno a la política comercial de Estados Unidos representa uno de los principales riesgos para la región.
Asimismo, el FMI prevé un aumento del desempleo, que pasaría del 2.8% al 3.8%, así como un repunte en la inflación que podría ubicarse en torno al 3.5%. Este escenario obliga a las autoridades mexicanas a replantear su estrategia económica para mitigar los efectos negativos de estas tensiones comerciales.
El informe también destaca que otras economías latinoamericanas muestran retrocesos similares, con la excepción de Argentina, que registra una proyección de crecimiento del 5.5% impulsada por un nuevo acuerdo de financiamiento con el mismo organismo internacional.
México enfrenta así un panorama complejo, con desafíos tanto internos como externos, y deberá tomar medidas firmes para proteger su aparato productivo, fomentar la inversión y buscar nuevos socios comerciales que le permitan diversificar sus exportaciones.
El contenido ha sido parafraseado con fines informativos. Fuente original en El País: elpais.com.