Ford continúa con su plan de transformación en la industria automotriz, confirmando el recorte de 4,000 empleos en Europa y el Reino Unido. La medida responde a la necesidad de reducir costos y adaptarse a la transición hacia la producción de vehículos eléctricos, que demandan una infraestructura y procesos más modernos.
Esta decisión afectará a diversas fábricas, incluyendo la planta en Valencia, España, donde ya se prevén 1,600 despidos. En general, el ajuste busca optimizar la fabricación de modelos diseñados específicamente para el mercado europeo, eliminando gradualmente líneas menos rentables.
En los últimos 20 años, Ford ha visto una disminución significativa de su participación en Europa. Aunque en su momento fue un líder de mercado, los cambios en la demanda y la competencia han obligado a la compañía a replantear su presencia en esta región.
A nivel global, Ford ha destinado 50,000 millones de dólares para acelerar su transición a vehículos eléctricos, con el objetivo de competir en este creciente segmento. Esta transformación también incluye la modernización de plantas y un enfoque en modelos eléctricos y utilitarios, considerados estratégicos para la compañía.
La noticia se suma a una ola de despidos que afecta a varias empresas del sector automotriz, reflejando los desafíos económicos y tecnológicos que enfrenta la industria a medida que avanza hacia la electrificación.