El gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador ha mantenido estables los precios de las gasolinas durante su mandato a costa de sacrificar ingresos fiscales mediante estímulos a los combustibles.
El precio de la gasolina regular en México ha subido un 21.90%, pasando de 19.31 pesos por litro en noviembre de 2018 a 23.54 pesos en abril de 2024, según datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Sin embargo, el precio de la misma gasolina en los mercados internacionales ha aumentado un 80% en ese mismo periodo, influenciado por factores como la pandemia, la guerra entre Rusia y Ucrania, recortes de producción de la OPEP y la reciente ofensiva de Israel en Gaza.
Alejandro Montúfar, director general de PETRO Intelligence, explicó que el menor incremento en México se debe a los estímulos fiscales otorgados por el gobierno en estos años.
Estos estímulos han implicado una reducción en la recaudación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS). Durante el actual sexenio, hasta marzo de 2024, la federación ha recaudado 1.084 billones de pesos, descontando los 109,371 millones de pesos en subsidios complementarios otorgados durante 2022.
En 2022, los precios de los combustibles internacionales alcanzaron niveles históricos debido a la guerra en Ucrania. En promedio, durante la administración de López Obrador, se han recaudado 16,953 millones de pesos mensuales en IEPS a las gasolinas y el diésel. En comparación, durante los últimos tres años del gobierno de Enrique Peña Nieto, el promedio mensual fue de 18,713.6 millones de pesos, un 10% más.
Ramsés Pech, asesor en energía, explicó que desde la reforma energética de Peña Nieto en 2014, se volvió a cobrar IEPS a las gasolinas tras nueve años de subsidios. Desde entonces, la venta de gasolinas se convirtió en una fuente de ingresos para el gobierno federal. Solo en 2022, debido a circunstancias extraordinarias, el gobierno perdió ingresos por la venta de gasolinas.
A pesar de que la reforma energética eliminó los subsidios a la gasolina, el gobierno federal mantuvo la capacidad de otorgar estímulos fiscales para estabilizar los precios en México ante incrementos internacionales, una estrategia utilizada por López Obrador para evitar que la gasolina aumentara por encima de la inflación.
Con la estabilización de los precios del petróleo y los combustibles en los mercados internacionales, el gobierno ha reducido los estímulos fiscales y está recaudando más IEPS que nunca. En el primer trimestre de 2024, la federación recaudó 92,092.2 millones de pesos de IEPS a gasolinas y diésel, la mayor cifra para un primer trimestre desde al menos el año 2000, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Con información de El Economista | Nota original