Durante el actual sexenio, el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) y las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) experimentaron cambios significativos y positivos, según destacan miembros del sector y especialistas.
Guillermo Zamarripa, presidente de la Asociación Mexicana de Afores (Amafore), señaló que los cambios implementados en 2020 tienen un alcance y profundidad notables, transformando el SAR en un sistema «radicalmente distinto» al recibido al inicio del gobierno. «El sistema actual es mucho más robusto y consolidado, con un enfoque centrado en los trabajadores», afirmó Zamarripa, destacando el cambio positivo experimentado en estos seis años.
Respecto a las reformas de 2020, Carlos Ramírez, ex presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), considera que, a pesar de los desafíos, el sexenio resultará positivo debido a la implementación de una reforma pendiente desde hace años.
Por su parte, Rolando Silva, vicepresidente fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México, aplaude que se haya atendido finalmente un problema postergado durante 27 años, refiriéndose al fracaso del sistema de contribución individual de las Afores.
Las reformas de 2020 aumentaron las cuotas de aportaciones obrero-patronales a las cuentas de los trabajadores entre 2023 y 2030, incrementando las cuotas de aportación obligatorias de 6.5% a 15% del salario del trabajador. Además, se redujeron las semanas de cotización obligatorias, se disminuyeron las comisiones que las Afores cobran a los trabajadores y se aumentó la pensión mínima garantizada.
Zamarripa destaca que se mantuvo la base operativa del sistema de cuenta individualizada, incluso con los cambios de 2020, y esta base se reafirma con una reforma constitucional propuesta en febrero de 2024.
Aunque Carlos Ramírez señala que la reforma de 2020 dejó temas pendientes, coincide en que fortalece al sistema de pensiones a largo plazo. Rolando Silva cuestiona que la reforma haya pasado casi toda la carga financiera a los patrones, lo que genera dudas sobre su viabilidad.
Zamarripa destaca que, con los cambios, las tasas de contribución estarán al nivel estándar internacional y con condiciones competitivas. También resalta la resiliencia del sistema durante la crisis de la pandemia de Covid-19, la implementación de las Sociedades de Inversión Especializadas en Fondos para el Retiro (Siefores) generacionales y el continuo crecimiento y evolución del sistema, convirtiéndolo en un actor relevante en el sector financiero y en la economía en general.
Con información de El Economista | Nota original