Inditex, el gigante de la moda a nivel mundial, enfrenta retos logísticos significativos debido a la crisis en el mar Rojo, que ha provocado retrasos en los tiempos de envío de aproximadamente una semana. Este contratiempo surge en un contexto en el que los buques portacontenedores que transportan sus productos están optando por rodear el extremo sur de África en lugar de atravesar el canal de Suez, aumentando así el riesgo de costos de transporte adicionales por el mayor consumo de combustible y otros sobrecostes extraordinarios.
A pesar de estos desafíos, Inditex ha informado que su operativa no ha sufrido impactos relevantes hasta el momento, y la compañía se enfoca en adaptarse y gestionar las complicaciones derivadas del conflicto en Oriente Próximo, que ha afectado principalmente al transporte marítimo.
En un esfuerzo por ajustarse a las nuevas realidades del mercado y las preferencias de los consumidores, Inditex ha estado implementando una estrategia de reducción de su presencia física en China, cerrando una quinta parte de sus tiendas en el país. Este movimiento estratégico se alinea con su enfoque hacia la digitalización y el fortalecimiento de las ventas en línea, lo que ha demostrado ser exitoso, como lo refleja el notable incremento en sus beneficios antes de impuestos en China, que se duplicaron con creces en el último año fiscal.
El minorista también ha estado explorando nuevas formas de conectarse con los consumidores digitales, lanzando iniciativas de transmisiones en vivo en plataformas sociales como Douyin en China. Estas estrategias digitales no solo buscan impulsar las ventas en línea, sino también fortalecer la relación de la marca con sus clientes en un entorno cada vez más digitalizado.
A nivel global, las ventas por internet de Inditex aumentaron un 16%, representando una cuarta parte de sus ventas totales. La empresa continúa adaptándose a las tendencias del mercado y las demandas de los consumidores, manteniendo su liderazgo en la industria de la moda a través de la innovación y la adaptabilidad frente a los desafíos logísticos y comerciales.
Con información de El Economista | Nota original