La inflación de la eurozona se mantuvo estable en agosto en 5.3% interanual, según los datos oficiales publicados este jueves que plantean un dilema al Banco Central Europeo sobre si continuar el alza de los tipos de interés o cambiar su política ante el riesgo de una recesión.
El Banco Central Europeo (BCE) ha subido las tasas de referencia a un máximo desde mayo de 2001 para frenar el brote inflacionario, pero la presidenta del emisor europeo, Christine Lagarde, insinuó que la entidad podría hacer una pausa.
No hay un consenso entre los analistas sobre qué postura adoptará el BCE en la próxima cita del 14 de septiembre.
El índice de los precios al consumidor alcanzó un 5.3% en agosto pese a una caída de los precios de la energía y a una leve desaceleración del incremento del costo de los alimentos, informó la oficina europea de estadística.
El indicador de inflación de los 20 países que utilizan el euro tocó un máximo de 10.6% en octubre de 2022 por el incremento de los precios del gas y del petróleo a raíz del impacto de la guerra en Ucrania.
Pero este indicador sigue por encima del objetivo del BCE de una inflación de un 2 por ciento.
En su reunión los gobernadores del emisor del euro deberán sopesar el riesgo de la inflación frente a los temores sobre el estado de la economía después de que en agosto algunos indicadores de la actividad señalarán problemas en el horizonte.
El indicador sobre los gestores de compras de agosto mostró que la economía de la zona euro se está contrayendo al ritmo más rápido registrado en tres años debido a que la caída de la actividad manufacturera se está contagiando al sector de los servicios.
Inflación de precios alimentarios
La inflación en la zona euro está en desaceleración desde mayo, tras haber registrado un rebrote en abril.
Los precios alimentarios subieron un 9.8% en agosto, frente a un alza del 10,8% de julio, según los datos de Eurostat.
La inflación subyacente, que excluye precios más volátiles como los de la energía y los de los alimentos, fue de 5.3% en agosto, frente a un 5.5% registrado en julio. Este indicador es una de las claves que considera el BCE en sus decisiones de política monetaria.
Con información de: El economista. || Nota original aquí.