Las autoridades estadounidenses recuperaron un panel que se había desprendido de un avión de Alaska Airlines, un incidente que llevó a la inmovilización temporal de los modelos 737 MAX 9 de Boeing y afectó las acciones del fabricante. El suceso ocurrió después de que un tapón de la puerta se desprendiera durante el vuelo de Portland, Oregón, a Ontario, California, causando la despresurización del avión y obligando a los pilotos a regresar. Afortunadamente, el avión, que transportaba 171 pasajeros y seis tripulantes, aterrizó sin problemas.
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) ordenó la inmovilización de 171 aviones Boeing 737 MAX 9 con el mismo panel, que pesa aproximadamente 27 kilogramos y cubre una puerta de salida opcional. La pieza fue encontrada el domingo en el patio trasero de un profesor de Portland, identificado solo como «Bob», en el barrio de Cedar Hills, según Jennifer Homendy, presidenta de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB).
Homendy expresó su alivio por el hallazgo del componente, crucial para determinar la causa del accidente. El equipo de estructuras de la NTSB planea examinar minuciosamente el panel para entender mejor las circunstancias del incidente.
La fuerza con la que se desprendió el panel fue suficiente para abrir la puerta de la cabina durante el vuelo, lo que Homendy describió como un «suceso aterrador». Los pilotos, que oyeron un fuerte estruendo, ya han sido entrevistados por los investigadores. Homendy también mencionó que la grabadora de voz de la cabina no captó datos relevantes del incidente, ya que había sido sobrescrita, y abogó por la necesidad de equipar los aviones con grabadoras que capturen 25 horas de datos, en lugar de las dos horas actualmente requeridas en Estados Unidos.
En respuesta al incidente, Boeing compartió instrucciones con las aerolíneas para inspeccionar la flota de 737 MAX 9. Estas instrucciones son un paso esencial para que las aerolíneas completen las evaluaciones requeridas por la directiva de la FAA y puedan volver a poner en servicio los aviones. Hasta el momento, la FAA no ha comentado si ha aprobado las instrucciones de Boeing o cuándo podrían los aviones volver a operar, aunque se espera que las inspecciones duren entre cuatro y ocho horas.
Con información de Expansión | Nota original