Los mercados siguen muy pendientes de la volatilidad de los precios del petróleo, tanto del WTI como del Brent, tras las últimas subidas registradas.
Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro, cree que el encarecimiento del petróleo hasta máximos anuales «supone una doble amenaza a corto plazo para los mercados, ya que un impuesto estadounidense sobre el consumo de 100.000 millones de dólares ya está haciendo subir las expectativas de inflación». «Se trata de una receta para la volatilidad de los mercados a corto plazo», añade.
Según explica Laidler, los precios del petróleo Brent alcanzaron los 90 dólares por barril por primera vez este año, ya que los principales productores de la OPEP+, Rusia y Arabia Saudí, ampliaron sus recortes de suministro hasta finales de año. «Esto se produce en un contexto de resistencia de la demanda de petróleo, en el que el mayor comprador, China, está aplicando una política de estímulo a cuentagotas y EE.UU. está reconstituyendo sus reservas estratégicas», señala este experto.
«El encarecimiento del petróleo supone una doble amenaza a corto plazo para los mercados, ya que un impuesto estadounidense sobre el consumo de 100.000 millones de dólares ya está haciendo subir las expectativas de inflación. Se trata de una receta para la volatilidad de los mercados a corto plazo, pero creemos que en última instancia se autocorrige, ya que nuevas subidas del precio del petróleo desencadenan temores de inflación, tipos de interés y ralentización del crecimiento. Los precios de la gasolina en EE.UU. están un 23% por debajo de sus mínimos, con un impacto exacerbado por los bajos impuestos sobre la gasolina en EE.UU., la relativa ineficiencia de los coches y el enorme kilometraje», afirma Laidler.
IMPACTO
«La subida de los precios de la gasolina actúa como un impuesto sobre el consumo, el baluarte de la economía estadounidense. La subida desde el mínimo de diciembre de 2022 equivale a un lastre anualizado para el consumidor de 100.000 millones de dólares, equivalente a cuatro veces los ingresos de Macy’s (NYSE:M)», señala Laidler.
«También está correlacionado con las expectativas de inflación de los consumidores, una preocupación clave de la Fed mientras considera su próximo movimiento de tipos de interés. La encuesta de la Universidad de Michigan sobre las expectativas a un año ha subido en los últimos tres meses junto con los precios de la gasolina, hasta un 3,5%», añade el estratega de eToro.
DIFERENCIAS
El precio de la gasolina es un tema político importante, con un elevado consumo en EE.UU. y elevados impuestos en Europa, apunta Laidler. «Los coches estadounidenses tienen una eficiencia de combustible inferior a la media mundial (-20%), pero recorren el doble de distancia (14.000 km) al año. La eficiencia en el Reino Unido y la UE es mejor (+15% sobre la media) y viajan menos (menos de 7.000 km), pero los impuestos sobre el combustible son altos (ver gráfico). El 50% del precio en el surtidor en el Reino Unido y el 60% en la UE son impuestos (impuesto sobre el combustible e IVA). Esta cifra triplica la de EE.UU., donde el impuesto federal sobre la gasolina de 18,4c/g no ha cambiado desde 1993», explica este experto.
Con información de: Investing.com | Nota original