La Unión Europea ha convocado una cumbre de emergencia en Bruselas para discutir el futuro de su política de defensa, en medio de crecientes preocupaciones sobre el apoyo de Estados Unidos a Ucrania. Esta reunión surge tras declaraciones del presidente Donald Trump, quien insinuó una posible negociación con Rusia que podría excluir a Ucrania y obligarla a hacer concesiones.
La incertidumbre sobre la postura de EE.UU. ha llevado a líderes europeos, incluida la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a impulsar iniciativas para reducir la dependencia de la OTAN y fortalecer la capacidad defensiva de la UE. Se analizan medidas como la creación de un fondo común para armamento y el aumento del presupuesto militar de los Estados miembros.
Sin embargo, no todos los países europeos comparten la misma visión. Mientras que Francia y Alemania abogan por una mayor autonomía, países como Hungría y Eslovaquia muestran reticencia y prefieren mantener la alianza con EE.UU. como principal estrategia de defensa.
La cumbre también abordará el impacto económico de una mayor inversión en defensa y los desafíos que enfrenta la industria militar europea para responder a la creciente demanda.
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