Las refinerías de la estatal Pemex siguen distantes de los objetivos de la administración obradorista. A escasos meses de que concluya el primer gobierno de Morena, los indicadores relacionados con los complejos de la petrolera no son completamente alentadores, y la meta de alcanzar la autosuficiencia en combustibles aún parece lejana.
Pemex ha publicado el balance de la producción en sus refinerías durante el año pasado. Los datos reflejan un retroceso en el año que concluyó, que apenas alcanza el 2.9%, marcando una racha negativa después de tres años de incrementos continuos desde 2020. En 2023, las refinerías de Pemex procesaron un promedio diario de 792,000 barriles.
Con este resultado, las refinerías no llegan a utilizar ni siquiera el 50% de su capacidad.
Un año antes, en 2022, el promedio de procesamiento fue de casi 816,000 barriles diarios. Esta última cifra llevó a los complejos de Pemex a su utilización más alta desde 2016, según los informes de la compañía. La Secretaría de Energía había establecido como objetivo, en ese momento a través de Rocío Nahle, que las refinerías procesarían un promedio de entre 900,000 y un millón de barriles diarios durante el primer año del sexenio. Sin embargo, ese objetivo no se ha cumplido, y las refinerías solo han alcanzado números similares por algunos días, sin mantenerse a lo largo del tiempo.
La producción de gasolinas también disminuyó en un 7% durante el año pasado. Las refinerías produjeron 252,000 barriles diarios de este combustible. Considerando el diésel, la producción se elevó a 387,000 barriles diarios, una cifra aún insuficiente para satisfacer la demanda nacional.
Para poner en contexto, esto es apenas un poco más del combustible producido en la refinería de Deer Park, que Pemex adquirió a Shell hace algunos años. El complejo en territorio estadounidense produjo 232,000 barriles diarios de gasolina, diésel y turbosina.
La ralentización en el funcionamiento de la refinería Olmeca en Tabasco se ha sumado a los objetivos no cumplidos en el negocio de la refinación. La refinería, que debería contribuir con aproximadamente 280,000 barriles diarios de combustible, permanece en un periodo de pruebas, con la promesa presidencial de operar a su máxima capacidad a finales de febrero, una fecha que se ha pospuesto después de incumplir con las fechas anteriores.
Para cubrir la demanda nacional de gasolina, Pemex ha continuado importando el combustible desde Estados Unidos. El año pasado, compró 419,000 barriles diarios de gasolina del extranjero, una cifra considerablemente superior a la producción de los complejos y similar a la importación del 2022.
De esta manera, la promesa de poner fin a las compras de gasolina en el extranjero también queda lejos de cumplirse.
Con información de Expansión | Nota original